miércoles, 6 de enero de 2010

Cobrando la subvención



La recaudación en taquilla del cine español desciende cada vez más en los últimos años, mientras aumentan las subvenciones. Por poner un ejemplo, aumentaron en 15 millones de euros de 2007 a 2008, mientras que la recaudación descendió. En 2008 la subvención fue 4 millones de euros superior a la recaudación en taquilla. Así que las productoras pueden ya vivir únicamente de subvenciones, mientras hacen cada vez peores productos y echan la culpa a las descargas sin pagar. Y mientras tanto, parte el alma caminar por la Gran vía de Madrid y echar de menos el Azul, el Rialto, el Imperial, el Palacio de la Música, recordar la última que vi en el Avenida... Antes me gustaba pensar que era el Broadway madrileño, una brillante Corrientes castiza, nuestra Lavalle plagada de cines; hoy miro con nostalgia la puerta del Rex, me resigno y compro un frappucino.

Pero no me extraña que pase esto con la industria cinematográfica y la del videojuego, en un país en que la Ministra de Cultura, para "protegernos" (¿a quiénes?) de "peligrosos piratas" pretende meterse por ley, sin necesidad de orden judicial y también sin pagar, constantemente en cada uno de nuestros ordenadores (y eso que los "piratas" lo que harán es cifrar sus comunicaciones, así que los únicos que quedarán con "algo" al aire en sus comunicaciones somos el resto de millones de internautas que no ciframos un pito); en un país en que aún tiene sus seguidores la "ley del lino" (conseguida la subvención,único incentivo, se tira el producto, o se rebaja su calidad); en un país en que la ya citada Ministra de Cultura perteneció, antes de serlo, a la junta directiva de DAMA (Derechos de Autor de Medios Audiovisuales) y parece haber trasladado su innegable deber como gestora de intereses privados al sector público...

Sólo un apunte: la economía, y la cultura, no se impulsan a golpe de subvención. Eso se hace para mantener vivo a un moribundo, como se hizo con la minería o los altos hornos. No para sanarlo y consagrar la productividad.

Y mientras escribo esto, se pudren las butacas del Rex.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios